CARLOS SILVA. El ORGULLO de lograr quien quieres ser.

CARLOS SILVA. El ORGULLO de lograr quien quieres ser.

El pasado 28 de junio se conmemoró el Día del Orgullo LGTBIQ+día en el que se reivindica la igualdad real y efectiva de las personas, así como la no discriminación por identidad de género u orientación sexual.  

En este marco, invitamos a Carlos Silva, bordador representante de la comunidad LGTBIQ+ para que nos cuente su experiencia y vivencias con el bordado. 

Hola Carlos, cuéntanos un poco de ti.  

Hola, soy Carlos Silva Gomez. Tengo 42 años y trabajo en retail en el área administrativa, pero soy bordador de corazón. Actualmente, estoy estudiando a distancia en la universidad de San José de Costa Rica para ser técnico en arte textil. Es lo que me gusta y apasiona, y todo esto empezó como una remembranza a mi familia en tiempos de pandemia.

Ok, eres administrador de empresas de profesión ¿Y desde cuándo bordas?

Empecé recién hace dos años. No me gusta hablar de asuntos familiares, pero hay cosas que uno por temas ideológicos no muestra a la familia, sino más bien, las oculta. Mi familia es muy conservadora y un hombre agarrando un hilo y una aguja era mal visto.
De niño siempre vi a las mujeres de mi familia bordando; mi abuela, mis tías y mi mamá bordaban en punto cruz. Hubiese querido aprender en ese entonces, pero mi familia prefería que esté jugando fútbol o “chivateando” por ahí a que esté haciendo cosas del hogar. Yo recién agarré una aguja poco antes de pandemia.

¿Qué te impulsó a comenzar?

Mi mamá no vive conmigo, ella vive en Argentina y mi abuela está en Estados Unidos. El recuerdo de tenerlas conmigo sin necesidad de tenerlas presentes me hizo pensar en lo que era ser niño en los tiempos en los que era libre y podía salir a la calle a jugar con los amigos. Toda esa nostalgia de niñez, recordar a mi mamá y abuela bordando, me hizo querer tener una conexión con ellas a través de esta técnica, así que empecé a bordar haciendo formas y figuras en punto atrás.

Mi pareja es psicoanalista y siempre me dice: “Hay un punto en la vida al que siempre regresas”. El mío es este:

Recuerdo a mi madre teniéndome en la cama cuando era niño, acariciándome el cabello. Dibujé ese recuerdo, lo bordé y se lo envié a mi mami en el día de la madre. Ella me dijo: “¡Qué bonito! ¿Quién lo ha hecho?”. En ese momento no me atreví a decirle que había sido yo porque tenía miedo.

Porque a tu mamá no le gustaba que hagas “cosas de mujer”...

Exacto… A pesar que mi madre sabe que soy homosexual y que tengo una pareja de años y demás, hay todavía un cierto recelo. Mi hermana y hermano son más abiertos, así que le conté a mi hermana que yo lo había hecho y me dijo “¡ay mentiroso!”.

Meses después le conté a mi mamá que yo lo había bordado… Le dije: “Me recuerda cuando me tenías en tus brazos en la cama”, y me dijo que estaba bonito y me agradeció.

Volví al bordado por eso… por los recuerdos familiares que tuve. Yo sabía que estaba pasando por un tema de depresión y el bordado me ayudó mucho.

Entonces me dediqué a tomar cursos por internet, a ver tutoriales en Youtube, a investigar sobre la comunidad bordadora, etc.

Cuando veías a tu mamá y abuela bordando, ¿tú también querías bordar? 

¡Sí! Tengo un recuerdo de mis tías bordando un mantel en punto cruz, y, a veces, lo ponían sobre la mesa. Yo lo admiraba, tocaba la tela y pensaba que quería ser parte de eso.

Si de niño me lo hubiesen permitido, tal vez hoy sería otra persona o habría estudiado otra cosa más relacionada al bordado o arte.

¿Y la relación con tu papá cómo era?

Mi papá no vivía conmigo.
A mis 19 años, mi papá se estaba muriendo, él tenía cáncer. Un día me acerqué a su cama en el hospital y le mostré una foto con mi novio. Mi papá se puso a llorar. Le dije que aunque él no había estado presente, yo igual lo quería mucho.

Eres un adulto ahora, y si bien de niño no te permitieron seguir el camino que querías, ahora puedes por fin hacerlo. Cuéntame por qué tomaste la decisión de renunciar a tu trabajo.

Yo venía muy interesado en el mundo del bordado y una noche de la nada, me llama Alejandra de Hoyuelos y me propone sentarnos a conversar.

Me contó de su proyecto en el que da clases de bordado y me propuso ser parte de éste. Por dentro, salté de la emoción, porque era lo que estaba buscando, y hacerlo de forma profesional era parte de mi proyecto a futuro como bordador.

"Manos a la hebra" entonces te abrió un poco más el espectro en cuestiones laborales, dijiste “aquí hay una oportunidad de hacer lo que me gusta y monetizar”

Así es, y por eso decido llevar más allá mi expertise. Me gustaría dedicarme a lo que me gusta, pero con la misma disciplina con la que llevo mi trabajo. Me obligo también a tener un horario establecido para mantener un orden, y le pongo mucho ímpetu a mi desarrollo personal como bordador porque me encantaría que mi trabajo sea valorado.

¿De dónde sale tu inspiración, dónde la encuentras?

Al inicio, salía del porno. No soy consumidor de pornografía, pero me encanta la fotografía erótica, sobre todo en blanco y negro. El tema de la iluminación me fascina. He sacado bordados de fotografías y también otros de remembranzas (ríe).

Y a la hora de bordar ¿qué materiales prefieres?

Cuando empecé a bordar, lo hice con hilos DMC. Pero conversando con un amigo bordador, éste me dijo: ¿qué haces experimentando con los hilos más caros, por qué no usas para eso los hilos chinos? Le encontré mucha lógica y ahora uso hilos chinos para aprender puntadas y practicar; los recomiendo también a mis alumnas que están empezando, y, cuando hayan logrado manejar la técnica, pueden comprar los más caros.

En hilos me gusta la línea de colores fosforescentes de Tren, y, para hacer un trabajo a pedido, prefiero usar hilos DMC. En telas, uso bastante tocuyo nacional, también uso rayón, que es una tela similar al algodón. Es linda y viene en diversos colores. Me gusta también el tul, pero todavía tengo cierto miedo de usarlo porque tienes que tener una técnica "master" para que la parte de atrás quede perfecta, porque se trasluce. En bastidores no tengo favoritos, uso los de bambú; mi preferencia es más por los hilos.

¿Cuáles son las 3 cosas imprescindibles en tu estudio para empezar a bordar?

    1. Buena iluminación, porque yo bordo de noche. Cuando bordo en mi cuarto tengo un aro led en mi cabeza ¡cual virgen!
    2. Algo caliente, sobre todo para las noches de invierno.
    3. Antes, me relajaba escuchando música, pero la música me daba sueño así que pongo videos de historia para escuchar mientras bordo.

 ¿Cómo se siente ser un hombre que borda en nuestra sociedad?

Una vez tuve un problema en una tienda del Centro de Lima. Estaba comprando un montón de cosas cuando recién estábamos saliendo de pandemia y se tenía que hacer cola para entrar de uno en uno a los locales; al parecer, me estaba demorando mucho, porque una señora me gritó fastidiada: “¿Por qué compras tantos hilos?”, a lo que respondí: “Porque bordo, señora”. Y ésta me contestó sorprendida y molesta: “¡¿UN HOMBRE QUE BORDA?!”

¿Te afectó ese comentario?

Me molestó, ¡claro!, pero esto hizo que me empecine más en ser UN HOMBRE QUE BORDA y me dediqué a averiguar sobre otras figuras masculinas en el rubro. Busqué mucho sobre bordadores locales como los de Puno, Lambayeque y, también, varios extranjeros.

¿Cuáles son tus bordadores favoritos de la comunidad?

Hay un chico que se llama Orlando Sosa de ORLI BORDADOR, me gusta mucho porque es gay y, aparte, reivindica su cultura afro.

Emiliano Litardo de BORDAR LA MARIK, porque es bastante activo en cuanto al movimiento LGTBIQ+ y lo vuelca en sus bordados. En Argentina, estos tipos de colectivos son muy fuertes.

Y mi preferido es Patricio. Me gusta cómo dicta sus talleres, me gusta su trabajo, me gusta que siempre está experimentando. Él es mi ejemplo de lo que quisiera ser.

¿Qué consejo le darías a alguien que, como tú, tenía miedo a lanzarse a hacer cosas que supuestamente no son de hombres?

Que no tengan miedo, que se arriesguen. Que nunca es tarde, pero que no dejen pasar más el tiempo. Que no les importe el “qué dirán” porque de eso no van a vivir.

A mí me gustaría encontrarme con más chicos gays y chicas lesbianas para hacer juntadas bordadoras como lo hacen “Los que bordan” de Medellín. Estos chicos son gays y se juntan a bordar en las plazas, exhiben sus bordados en galerías, y nosotros también podemos llegar a hacerlo.

Y para los adultos como yo, que empezaron tarde en esto y que tal vez les hubiera encantado conocer este mundo de jóvenes, les digo:

Si por ahí siempre tuvieron el bichito de pintar, de bordar, hacer cerámica o cualquier arte manual y se reprimieron porque les dijeron que no iban a poder vivir de esto, les digo que lo intenten, que lo experimenten, que no sólo se queden apreciando las piezas que hacen y mostrándolas a sus seres queridos, sino que sientan y crean que de un hobby pueden llegar a formar un negocio que, tal vez, resulte.

¿Qué le dirías a Carlos chiquitito cuando quería participar de esto y no se atrevía?

Que lo haga como siempre hizo las cosas: oculto, ¡pero que lo haga! Pudiste bordar escondido en tu cuarto como lo hacías cuando cortabas muñequitas de papel. Aunque, finalmente, hay un momento en el que todo llega, a pesar de que no tuviste las herramientas porque estaban escondidas en una lata en el cajón de tu abuela y no podías tocarlas porque estaba prohibido.

Tranqui Carlitos del pasado, vamos lograr los sueños, metas y proyecciones que tenemos ahora a nuestros cuarenta y tantos, porque ahora es el momento indicado: Todo llega.

¿Cuáles son tus proyectos a futuro?

A mí me gustaría hacer un colectivo tipo “Los que bordan” para poder bordar en comunidad, en un espacio amigable. Las puertas de mi casa están abiertas si quieren aprender a bordar. ¡Yo les enseño! Sería bonito ver en la marcha a gente que haya bordado algo referente al orgullo y que lo vistan.

A parte de eso me gustaría que nuestra cultura textil crezca. Nosotros tenemos en Perú una historia textil increíble y me gustaría que sea mucho más grande a nivel de bordadores, tal vez como en México.


Bordado huanca en memoria de su abuela. 

A Carlos le apasiona, también, la historia. Por eso, siempre está comprando libros o indagando sobre el bordado a través del tiempo, y la relación que éste tiene con los hombres y la comunidad LGTBIQ+.


Carlos pasa sus días estudiando las diversas técnicas bordado; estos son algunos de sus bordados hechos en diferentes técnicas como 3D, needle painting, etc.

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Esta entrevista se hizo hace un año aproximadamente. Hoy, seguro Carlos ha avanzado mucho en su camino como bordador y algunas cosas han cambiado. Lamentablemente, la discriminación no. Siguen existiendo personas que se empeñan en perpetuar acciones que estigmatizan, minimizan, menoscaban y anulan la dignidad, derechos y libertades de este grupo de personas.

Por esto, es necesario que los gobiernos de todos los países garanticen el acceso efectivo y universal al reconocimiento y visibilidad de la comunidad LGTBIQ+, para que se logre una sociedad más justa, respetuosa e igualitaria entre todas las personas, y muchos más "Carlitos chiquitos" puedan ser y desarrollarse en lo que los apasiona sin miedo y sin vergüenza.

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